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Estar cerca del agua le enseñó mucho sobre la madera a Jeremy Kelly Librett, constructor de barcos y ex capitán de un barco de alquiler, información que ahora está utilizando en la restauración del piso de madera de la Catedral de la Madeleine de Salt Lake City.
Librett es parte de un equipo de tres miembros, junto con Bob Coutts y Tim Ciccone, que trabajan a mano en el proyecto de restauración, el primer esfuerzo de este tipo emprendido en la majestuosa catedral católica romana en 30 años.
Patricia Wesson, directora de desarrollo de la Catedral, dijo que encontró a Librett y le ofreció el desafío de restaurar el piso sin lijar. Wesson también recaudó fondos para el proyecto.
“Originalmente encerraron estos pisos cuando los colocaron en 1903″, dijo Librett, cuya experiencia en restauración incluye trabajos en las puertas de entrada de madera desgastadas por la intemperie de la catedral. “Quiero decir, eso es lo que harías con el hermoso piso de madera: los encerarías con cera de abejas [durante] muchos, muchos años”.
Antes de que el equipo comenzará a trabajar, dijo Librett, el piso estaba esencialmente formado por capas y capas de cera oscura sobre tablas de arce claro.
Restaurar el piso es un proceso de 13 pasos, dijo, y quitar la cera es el primer paso.
(Trent Nelson | The Salt Lake Tribune) Cera quitada del piso de madera en la Catedral de la Madeleine en Salt Lake City el martes 22 de agosto de 2023.
Los equipos usan una pistola de calor para calentar la cera hasta que burbujee. Luego toman un raspador y comienzan a quitar la cera, que se desprende hacia un lado en tiras largas, rizadas y oscuras.
Descubrir ese método, dijo Librett, requirió algo de prueba y error. “Lo que sea que estuvieras usando para intentar quitar esto”, dijo, “la cera lo pegaba muy rápido. Realmente no se podía usar ningún tipo de estropajo escocés abrasivo o algo así”.
Los removedores de cera líquida estaban descartados, dijo, porque los trabajadores no querían liberar toxinas. Y Librett usa una lijadora que tiene su propia aspiradora, por lo que el trabajo no produce polvo, una necesidad para evitar que el imponente órgano de la catedral aspire polvo hacia sus enormes tubos, dijo el padre Martín Díaz, rector de la catedral.
(Trent Nelson | The Salt Lake Tribune) El padre Martín Díaz en la Catedral de la Magdalena en Salt Lake City el martes 22 de agosto de 2023.
Quitar la cera a mano requiere mucho tiempo y es detallado, dijo Librett. Pero, dijo Díaz, es necesario.
Según el plan maestro de la catedral, que se utiliza para monitorear las renovaciones necesarias durante los próximos cinco a diez años, Díaz dijo: “Podríamos cerrar la iglesia durante cuatro meses, quitar todos los bancos y lijar 1/16 de pulgada, y eso lo traería de vuelta”. El presupuesto para ese plan, según Díaz, era de 600.000 dólares.
(Trent Nelson | The Salt Lake Tribune) El piso de madera restaurado en la Catedral de la Madeleine en Salt Lake City el martes 22 de agosto de 2023.
Librett echó un vistazo a los pisos y propuso su método, que permitiría a su equipo renovar el piso en secciones para permitir que la iglesia permaneciera abierta durante todo el proyecto.
El estimado para la tripulación de Librett, dijo Díaz, comenzó en $100,000, pero el costo ha aumentado a $300,000.
“Hace cien años, la gente construía un edificio, no tenían idea de quiénes seríamos”, dijo Díaz. “Sabían que estaban construyendo algo, ciertamente, para ellos mismos... No sé quién estará aquí dentro de 100 años, pero nuestro trabajo hoy es para que tengan un lugar para adorar dentro de 100 años”.
Los equipos comenzaron a trabajar en el piso en octubre pasado. Hasta ahora, han completado el área del altar y el pasillo central de la catedral. También han comenzado a trabajar en la parte trasera, cerca de la pila bautismal. Mientras trabajaban, descubrieron incrustaciones cuadradas enterradas bajo la cera.
La construcción de la Catedral de la Magdalena fue iniciada en 1900 por el primer obispo católico de la diócesis de Salt Lake City, el inmigrante irlandés Lawrence Scanlan, según el sitio web de la catedral. Completar el edificio tomó nueve años y 344.000 dólares, o alrededor de 12 millones de dólares actuales. El sucesor de Scanlan, el obispo Joseph S. Glass, supervisó la adición de la colorida decoración interior en 1915.
(Trent Nelson | The Salt Lake Tribune) El piso de madera restaurado en la Catedral de la Madeleine en Salt Lake City el martes 22 de agosto de 2023.
Las renovaciones de la catedral, dijo Díaz, son constantes y siempre hay cosas que arreglar o mejorar. Durante el mandato de Díaz, dijo, se ha trabajado en el aire acondicionado, el sistema de calefacción y el sellado de los bordes del techo. Los trabajadores incluso cambiaron las luces interiores del edificio por LED, porque la luz incandescente puede envejecer los murales.
La última vez que se restauró el piso fue en 1993, como parte de una amplia renovación y restauración que duró dos años (la más extensa en la historia de la catedral) y que costó 9,7 millones de dólares, según la historia del edificio.
Cuando se habló de renovaciones, Díaz dijo: “No usamos la palabra ‘inmediato’. Inmediato significaría que te va a caer un ladrillo en la cabeza”.
Díaz señaló los bancos, instalados antes de la finalización de la catedral en 1909. “Debido a que la gente ahora usa jeans con estos broches, tenemos hendiduras en nuestros bancos”, dijo Díaz. “Así que nuestros bancos necesitan ser renovados, pero no se van a caer, ¿verdad?”
El plan maestro también considera los fondos de la iglesia, dijo Díaz. El dinero para la renovación proviene de donaciones, subvenciones y de la diócesis, y en un edificio que ha estado en funcionamiento durante 114 años, los costos pueden sumarse.
(Trent Nelson | The Salt Lake Tribune) Cera quitada del piso de madera en la Catedral de la Madeleine en Salt Lake City el martes 22 de agosto de 2023.
La siguiente fase del proyecto es restaurar el piso debajo de los bancos, que siguen siendo resistentes y pesados para levantar. “Vamos a eliminar dos a la vez”, dijo Librett, “y avanzaremos, pero todo es difícil”.
El equipo de Librett trabaja entre semana, entre eventos: bodas, funerales y servicios religiosos regulares. Por eso, no hay una fecha exacta de finalización para el proyecto, aunque Librett estimó que tardará entre un año y 18 meses.
Los equipos intentarán hacer todo lo posible antes de lo que Librett llamó “la temporada alta”, desde Navidad hasta finales de la primavera, cuando las escuelas secundarias católicas de Salt Lake City acuden en masa a la catedral para las misas de graduación.
“Espero que [Librett] termine antes de que Jesús regrese”, dijo Díaz, sonriendo.
“Tratamos de hacerlo según el estándar, como si estuviéramos decorando la sala de estar de alguien”, dijo Librett. “Ha sido realmente importante. Es [un] esfuerzo que vale la pena. Es un gran cambio”.
Díaz dijo: “Dentro de 100 años, dentro de 50 años, la gente mirará ese piso, esos bancos, y no tendrá idea. No recordarán lo que hicimos. Pero los usarán”.
(Trent Nelson | The Salt Lake Tribune) Bob Coutts quita cera del piso de madera en la Catedral de la Madeleine en Salt Lake City el martes 22 de agosto de 2023.
El torbellino de herramientas de construcción en una mañana lluviosa reciente se sumó a la experiencia sensorial de la catedral, junto con los ecos concentrados en el espacio cavernoso, el fuerte olor a incienso y los colores de las pinturas y vidrieras.
A las 11:30 a. m., dos autobuses turísticos de Salt Lake Trolley se detuvieron frente a la catedral, que es un sitio histórico de Utah y figura en el Registro Nacional de Lugares Históricos. Cuarenta turistas bajaron de los autobuses y entraron en el gran edificio, con los teléfonos en alto para tomar fotografías y el cuello estirado para mirar al techo, con asombro en los ojos.
En la esquina trasera, Coutts se puso la máscara y volvió a trabajar.
Díaz dijo que todavía le alegra ver a la gente entrar a la catedral por primera vez.
“La idea de una iglesia es elevar nuestras mentes y corazones a Dios”, dijo Díaz, “que la grandeza de una iglesia, o de las montañas o algo así, es para que salgamos de nosotros mismos y nos demos cuenta: ‘Oye, hay algo más grande’”.
Traducción por Elias Cunningham.
