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Envié ese mensaje de texto a dos amigas: una selfie mía en el espejo con un vestido Madewell olvidable que compré no porque necesariamente me gustara, sino porque cubriría mis gárment del templo de los Santos de los Últimos Días.
Sabía que podía confiar en estas dos amigas en parte porque ambos usan el gárment. Más importante aún, sabía que ambas eran (lo siento, muchachos) tan vanidosas como yo.
Puede resultar difícil encontrar amigas así hoy en día. No sé si lo habrán oído, pero a muchas mujeres Santos de los Últimos Días no les gusta mucho usar gárments. Las mujeres milenarias están abandonando el rito religioso simbólico por razones de doctrina o de higiene o de moda. La Generación Z parece ir colectivamente a misiones y luego dejar sus gárment en Brasil o dondequiera que hayan servido. Pero los tres todavía estamos intentando usarlos, y nada menos que en verano.
Desde principios de abril, mis amigas y yo hemos estado enviando mensajes de texto casi todos los días en busca de shorts (pantalones cortos) que se adapten a los gárments. Enviamos decenas de enlaces. Unos días después, cada una de nosotras responde con selfies en el espejo vistiendo los shorts comprados en dichos enlaces. Cada vez nos sorprendemos al descubrir que los cuerpos de las mujeres son todos diferentes. Para una de nosotras, sus piernas son demasiado largas para los shorts. Una insiste en que las suyas tienen “la forma incorrecta”. Una está embarazada y tiene el lujo de usar shorts debajo del vientre, extendiendo así la tela unos centímetros cruciales para cubrir sus gárments.
“¡Quiero estar embarazada!” decimos. (Nosotros no).
Holgado ha vuelto
Nuestras esfuerzos han dado como resultado el fascinante descubrimiento de que las chicas geniales de Instagram de repente, de alguna manera, usan shorts largos y holgados. Bien, entonces los combinan con un top corto o una camiseta sin mangas, pero lo aceptaremos porque cualquier presión positiva para los shorts largos significa que algún día podríamos tener más opciones de compras que SexyModest.
Antes de tener hijos, resolví el problema de los gárments de verano simplemente usando vestidos. Vestidos fluidos, transpirables y enviados por Dios que ahora ocupan más de la mitad de mi armario. El problema es que ahora tengo dos hijos pequeños y paso la mayor parte del verano siendo golpeada con globos de agua. Me han aconsejado que use mi gárments cuando sea sensato, pero ¿qué significa esto en una temporada en la que paso en un estado perpetuo de sudoración y emboscadas de agua?
Por supuesto, existe la opción de shorts hasta la rodilla. Ya conoces los shorts: mezclilla ajustada y elástica hasta la rodilla, a veces con puños o falsamente desgastados. El uniforme del condado de Utah, que tengo y uso y ¿sabes qué? Hace tanto calor.
Tengo demasiado calor con los shorts ajustados hasta las rodillas y soy vanidosa. Quiero algo que no me llegue a la rodilla, quiero algo que respire un poco. Quiero algo que, atrévete a soñar, sea lindo y moderno. Así que sigo adelante con mis amigas en un esfuerzo por encontrar shorts porque estamos en 2024 y nos han dicho que las mujeres pueden tenerlo todo.
Nos enviamos mensajes de texto desde el camerino de Deseret Book: espera. ¿Qué estilo dijiste que funciona con estos shorts? Las que tengo puesto me llegan hasta debajo de la rodilla y estoy llorando. Sonreímos demasiado fuerte en la caja registradora, atormentadas por la culpa que solo una niña Santo de los Últimos Días puede sentir: hemos comprado tallas pequeñas, pero somos altas.
Atreverse a soñar
Cuanto más intento reconciliar mi fe con mi guardarropa, más confusas me parecen las reglas. Mi cuñada vive fuera del estado y usa un gárment con cuello redondo debajo de un escote en V. “Parece una camisola”, dice. “Nadie sabe.”
Sin embargo, en Utah la gente lo sabe. ¿Estaría haciendo alarde de mis gárments? ¿Es peor mostrar mi escote o, mejor dicho, el lugar donde estaba mi escote antes de tener hijos? Pienso en una mujer que vi una vez en una tienda de comestibles usando shorts deportivos con gárments que colgaban a 2 pulgadas por debajo del dobladillo. No había forma de que ella no estuviera al tanto de lo que estaba pasando, y yo me sentí ofendida religiosa y formalmente. Yo también estaba extrañamente celoso. Aquí había una compañera santa que no se avergonzaba de su compromiso religioso, solo una audaz declaración de moda hacia los cielos: OYE, ESTOY HACIENDO LO QUE ME PEDISTE.
Después de comenzar a escribir esto, una amiga me envió un TikTok con la leyenda “¡Inspo de vestimenta que se adapta a el gárment!”. Cada músculo de mi cuerpo se tensó incluso antes de darle al play. (No debería haber presionado reproducir. He visto este contenido antes y no me deja sintiéndome inspirado, sino triste). La pobre niña fue destruida en los comentarios, cuando los miembros actuales le preguntaron cómo se atrevía a mostrar sus rótulas y su ex miembros se preguntan cómo podría pertenecer a una organización que obviamente está matando cachorros.
Estoy seguro de que el mismo tipo de comentarios aparecerán en la sección de comentarios de esta columna. Gracias de antemano. Al ver el video, me sentí profundamente agradecida por el refugio seguro de mi mensaje de texto grupal, por mis amigas que son inteligentes, hermosas y tan buenas personas. Yo, una mujer de 35 años, aparentemente todavía necesito la presión positiva de mis compañeros.
Mi grupo charla y yo soñamos con cómo podrían cambiar los gárments. Realizamos una lluvia de ideas sobre diferentes cortes y tallas. Nos quedamos sin aliento al ver lo cerca, pero lejos, que están de algunas de las líneas de ropa interior de Kim Kardashian. ¿Podría haber una opción de joyería? ¿Una opción de tatuaje? Pensamos en las muchas maneras en que podríamos mostrar un compromiso con Dios que no sea una vestimenta debajo de nuestra vestimenta. Las Escrituras están llenas de personas como nosotros, que intentamos servir a dos señores, pero no podemos evitarlo. Somos religiosos y tenemos calores.
(Rebbie Brassfield) La columnista invitada del Tribune Rebbie Brassfield.
Rebbie Brassfield es escritora y directora creativa en la industria publicitaria. Vive en Saratoga Springs con sus dos hijos pequeños, donde pasa la mayor parte del tiempo recogiendo cosas. Puede encontrarla analizando demasiado en @MormonsInMedia en Instagram, o ver más de su trabajo y escritos en www.RebbieBrassfield.com.
Traducción por Elias Cunningham.