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Durante años, la junta escolar de Salt Lake City ha aplazado cualquier decisión para hacer frente a la disminución de la matrícula. Pero después de una auditoría estatal crítica y una creciente presión pública, ahora comenzará el proceso para elegir qué escuelas cerrar.
No se tomará ninguna medida en la reunión del martes por la noche, ya que la junta, incluidos dos miembros recién elegidos, aprende sobre el proceso y describe los meses venideros.
Aquí hay un desglose de lo que está por venir.
¿Cómo es la inscripción en el distrito?
La tendencia de deserción de estudiantes ha sido consecutiva durante los últimos ocho años, aunque comenzó incluso antes, en 2014.
El distrito ha perdido el 13 % de su inscripción, o alrededor de 3000 niños, solo en los últimos cinco años, la cifra más alta de cualquier distrito en el condado de Salt Lake. Actualmente, tiene 19,447 estudiantes, según las cifras de matrícula de otoño, y opera 39 escuelas.
Ha visto las caídas más pronunciadas en las escuelas primarias, con las 27 del distrito perdiendo estudiantes. Desde el otoño pasado, la población de primaria se redujo en otros 214 niños.
(Christopher Cherrington | The Salt Lake Tribune)
En 2016, se estaba utilizando el 80 % del espacio en los edificios de primaria. Este otoño, solo se está utilizando el 57%, según una auditoría estatal.
En ocho escuelas primarias del distrito, la inscripción está por debajo del 50% de su capacidad. El más bajo está en Bennion Elementary, que la junta inicialmente pensó cerrar en 2019, pero luego no actuó después de que los padres expresaron sus preocupaciones.
La junta iniciará su proceso para cerrar escuelas con primarias, dijo el vocero del distrito Yándary Chatwin. “Los grandes cambios están ocurriendo allí en este momento”, dijo.
¿Cuál es el cronograma para los cierres?
El proceso para cerrar las escuelas tomará aproximadamente otro año.
El gabinete del superintendente del distrito ha estado estudiando el tema durante los últimos años, observando la antigüedad de los edificios, la demografía de los estudiantes y los programas alojados en cada escuela.
En febrero, los miembros presentarán a la junta una lista de estudio de grupos de escuelas que quieren analizar más a fondo para un posible cierre. Chatwin dijo que será una lista larga, pero “no significa que una escuela cerrará solo porque está allí”.
Es una lista para ayudar a sopesar qué efectos ocurrirían en cada escuela si cerrara. Sin embargo, según la auditoría estatal, el distrito necesita cerrar al menos seis escuelas primarias para superar el 75% de la capacidad en todos sus edificios primarios. Actualmente, solo tres elementales alcanzan esa marca.
A partir de ahí, la junta puede realizar cambios en la lista de estudio antes de aprobar que el comité continúe con su investigación. Después:
• De marzo a mayo, el superintendente asignará personal para reunirse con representantes en cada una de las escuelas de la lista, incluidos el director y los consejos comunitarios escolares, para analizar los impactos potenciales.
• Alrededor de mayo o junio, el personal volverá a la junta escolar con algunas recomendaciones iniciales y posibles soluciones. La junta deberá aprobar un estudio adicional en ese momento. También podría decirle al personal que comience de nuevo. El personal usará el verano para seguir trabajando.
• En agosto, la junta probablemente aprobará una lista de opciones recomendadas. Eso sería algo así como tres escenarios posibles para los cierres, cómo afectaría eso los horarios de los autobuses y los patrones de alimentación de la escuela secundaria. Esa lista luego se publicaría para que el público la vea.
• Después de eso, en el otoño, habrá varias reuniones donde los padres y miembros del público podrán comentar sobre los diferentes planes propuestos. Chatwin dijo que también habrá lugares para que las personas envíen comentarios en línea si no pueden asistir a una reunión. Y también habrá traductores disponibles para los padres que puedan necesitar ese servicio.
• Probablemente en noviembre, el superintendente habrá revisado todos los comentarios y presentará una descripción general de los mismos a la junta. Habrá dos audiencias públicas adicionales después de eso para recibir aportes continuos.
• En diciembre, la junta organizará una reunión para discutir las opciones pero no para tomar acción.
• En una segunda reunión en diciembre o una en enero de 2024, la junta podría decidir votar sobre qué opción de cierre seguir adelante.
¿Cuándo entrarían en vigor los cambios?
Dado que aún es temprano en el proceso, con cualquier posible decisión de cierre al menos dentro de un año, es difícil saber exactamente cuándo cerrarían las escuelas. Pero lo más pronto sería después del año escolar 2023-2024.
Eso significa que para el otoño de 2024, el distrito podría tener potencialmente menos escuelas primarias en funcionamiento.
¿Qué pasa con las escuelas secundarias y preparatorias?
La situación no es tan sombría en las escuelas secundarias y preparatorias del distrito. Pero el proceso para buscar posibles cierres seguiría al cierre de las escuelas primarias.
¿Qué dijo la auditoría estatal sobre el distrito?
Una auditoría crítica publicada por el estado el mes pasado dijo que al negarse a lidiar con la disminución de la inscripción de estudiantes, los miembros de la junta escolar de Salt Lake City han costado innecesariamente millones de dólares a los contribuyentes.
La junta ha recaudado dinero al aumentar los impuestos a la propiedad para apuntalar las escuelas vacías que sabía desde hace años que deberían haber cerrado, según la auditoría.
Si el distrito no hubiera aprobado esos aumentos de impuestos a la propiedad, el primero por $7.5 millones por año en 2016 y el más reciente este año, por $1.5 millones por año, los contribuyentes podrían haber ahorrado más de $40 millones en los últimos seis años, según a la auditoría.
La auditoría también expresó una frustración particular por la reconstrucción de tres escuelas primarias de Salt Lake City, comenzando en 2016 con Liberty Elementary, mientras la inscripción disminuía. Luego, el distrito completó una nueva Primaria Meadowlark y una Primaria Edison.
El distrito ha dicho que dos de los edificios no eran sísmicamente seguros. Pero los auditores sugieren que esa debería haber sido una razón para pensar en cerrar esos edificios y mover a los estudiantes de manera más eficiente para lidiar con la disminución de la inscripción.
En cambio, el distrito gastó $68 millones combinados en los proyectos.
Traducción por Elias Cunningham.
