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Poco después de que el presidente Donald Trump endureciera su postura sobre el aumento de las deportaciones y promulgará una serie de políticas para hacerlo, los teléfonos de Holy Cross Ministries no dejaban de sonar.
Lorina Tester, abogada y directora de programas de inmigración de la organización sin fines de lucro, dijo que las personas que llamaban preguntaban si podían llevarse a sus hijos o qué les sucedería a sus hijos si los deportaron.
Pero el lunes, mientras un asistente legal del ministerio trabajaba para devolver las llamadas a las personas preocupadas que se habían comunicado, Tester dijo que “nadie contestó”.
“Es casi como si hubiera habido un efecto paralizante, donde la gente tiene miedo de llamar o de responder el teléfono”, dijo.
La gente tiene miedo de enviar a sus hijos a la escuela y de llevarlos a que les pongan la vacuna contra la gripe, dijo.
En todo el estado, muchos han recurrido a las redes sociales para compartir cuando han visto o escuchado de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos, mejor conocido como “ICE”, interrogando al personal, reuniéndose en estacionamientos o deteniendo automóviles.
“Es realmente difícil decir qué es correcto y qué no en este momento”, dijo Tester.
La directora ejecutiva de la organización sin fines de lucro, Emmie Gardner, que también forma parte de la División de Asuntos Multiculturales de Utah, dijo que espera que cualquier medida de control en el estado se centre en los inmigrantes sin estatus legal que también tienen antecedentes penales, que según ella constituyen una gran minoría.
“Queremos mantener una comunidad segura y un entorno seguro”, dijo. “Lo que estamos tratando de hacer también, en nuestra filosofía de Utah, y siendo un estado muy favorable a la familia, es decir que no se puede simplemente equiparar ‘inmigrante’ con ‘criminal’”.
A nivel nacional, ICE está intensificando sus esfuerzos para detener a personas sin estatus de residencia legal, y aunque supuestamente están apuntando a aquellos con antecedentes penales, otros pueden ser arrestados en el proceso, informó The Associated Press.
Tester dijo que estos “arrestos colaterales” pueden ocurrir como consecuencia de acciones de deportación dirigidas a personas que pueden estar en el lugar equivocado en el momento equivocado, personas que son “demasiado morenas” en un entorno donde es fácil “enumerar y separar a las personas”.
“Esas son las personas que realmente sufren”, dijo.
La abogada de inmigración de Salt Lake City, Linh Tran-Layton, dijo a The Salt Lake Tribune que cree que todas las personas en el país que son consideradas indocumentadas “deberían estar preocupadas”.
Si alguien está aquí ilegalmente “ha infringido una ley y puede ser detenido” y “sometido a un proceso de deportación”, dijo.
¿Qué pueden hacer las personas ahora para prepararse?
Mientras muchos enfrentan una mayor preocupación, Tester identificó los pasos que las personas pueden tomar ahora para prepararse ante la posibilidad de enfrentarse a agentes de ICE o la posibilidad de ser detenidos o deportados.
Si es elegible, lo primero que Tester recomendó hacer es solicitar la ciudadanía.
Lo segundo es mantener todos los documentos importantes juntos y en un lugar de fácil acceso en caso de que lo detengan.
En tercer lugar, los padres preocupados por lo que podría sucederles a sus hijos si son detenidos pueden preparar documentos de poder notarial para asegurarse de tener un cuidador apropiado que pueda tomar decisiones legalmente en ausencia de un padre.
En general, Gardner y Tester dijeron que otros pasos se alinean con los planes de emergencia habituales. Si alguien es detenido, ¿su familia tendrá lo que necesita? ¿Cómo se pagarán las facturas o el alquiler? ¿La gente tendrá sus medicamentos?
Tester, por ejemplo, recomendó que los padres intenten averiguar bajo qué circunstancias los médicos de sus hijos renovarán una receta en caso de que el padre sea detenido y su hijo necesite renovarla.
Agregó que las personas nunca deben proporcionar, ni siquiera llevar consigo, documentos falsos, ya que empeorarán las cosas.
Si alguien es indocumentado, decidir a quién confiar esa información cuando intenta prepararse para una posible detención es “una decisión muy personal basada en lo que está en juego”, dijo Gardner. Tester también advirtió sobre el potencial de fraude o estafas a medida que las personas vulnerables buscan seguridad y recursos en medio de una política que cambia rápidamente.
Las personas pueden encontrar información confiable sobre dónde obtener asesoramiento legal en el sitio web de la Coalición de Defensa de los Inmigrantes de Utah, que Gardner dijo que fue creado por varias organizaciones sin fines de lucro y otras personas que trabajan “para empoderar a nuestra comunidad inmigrante”.
Qué hacer si lo detienen o se comunica con ICE
Si el ICE llama a la puerta y dice que tiene una orden judicial, eso no siempre significa que tenga una orden para entrar en la propiedad.
Según Tran-Layton, las órdenes de registro deben estar firmadas por un juez, y las órdenes de deportación del ICE no son lo mismo. El Centro Nacional de Derecho de Inmigración tiene desgloses gratuitos disponibles para ayudar a las personas a comprender la diferencia visual entre dichos documentos.
“Si eso es todo lo que tienen”, dijo Tran-Layton sobre las órdenes de deportación del ICE, “no pueden entrar legalmente a menos que usted acepte verbalmente dejarlos entrar”.
Si un agente afirma que tiene una orden firmada por un juez de un tribunal federal o estatal, se le permite pedirle que la vea a través de una ventana o que la deslice por debajo de una puerta.
Sin la firma válida de un juez y la información de identificación precisa, “no tiene que abrir la puerta”, dijo.
Tran-Layton dijo que cree que las personas a menudo dejan entrar por error a los agentes de la ley porque tienen miedo y no están seguros de qué hacer, lo que hace que los agentes “sientan que tienen más autoridad para hacer lo que quieren hacer una vez que se les da permiso para entrar”.
Si te detienen, Tran-Layton dijo que puedes pedir hablar con un abogado, y si te detienen, tienes derecho a llamar a un abogado.
Enfatizó que quizás lo más importante que las personas pueden hacer es abstenerse de firmar documentos que les entrega el ICE.
“Pueden estar firmando para ser deportados”, dijo. “Definitivamente deberían hablar con un abogado de inmigración antes de firmar algo, antes de revelar algo a los agentes del ICE”.
Si alguien es detenido, dijo, sus seres queridos u otras personas pueden localizarlo utilizando el localizador de detenidos en línea del ICE.
Qué hacer si el ICE se presenta en su lugar de trabajo
Tester dijo que gran parte de la aplicación de la ley por parte del ICE en el lugar de trabajo se realiza a través de investigaciones I-9, en las que se exige a los empleadores que entreguen documentos de identificación que confirmen el estatus legal de sus empleados.
Ella dijo que los empleadores pueden enfrentar sanciones penales y civiles si no tienen los documentos I-9 adecuados.
“Si la policía quiere castigar a los empleadores diciéndoles: ‘No deberían contratar, atraer o mantener relaciones con trabajadores indocumentados’”, dijo Tester, “esta es otra forma realmente efectiva de hacerlo”.
Para prepararse para tales investigaciones, dijo que los empleadores pueden asegurarse de tener sus I-9 a mano y hablar preventivamente con un abogado.
En las industrias en las que es más probable que el ICE asuma que los inmigrantes indocumentados están trabajando (en restaurantes, campos de golf, hoteles y en el turismo), dijo que es más probable que los agentes se presenten en persona sin decirle al empleador.
Ciriac Alvarez, analista de políticas senior de la organización sin fines de lucro Voices for Utah Children, dijo que puede ser bueno hablar con los empleadores sobre un plan en caso de que el ICE venga.
Sugirió que ciertos miembros del personal podrían estar preparados para actuar como punto de contacto, sabiendo de antemano que no divulgarán ninguna información que no necesiten.
“Es un poco diferente si se trata de un área pública”, dijo. “Pero dentro del área privada real, necesitan tener una orden judicial firmada por un juez, y tiene que decir Tribunal de Distrito de EE. UU. o tribunal estatal en la parte superior”.
Para proteger a los empleados, dijo Tester, los empleadores pueden publicar claramente qué áreas son públicas y privadas. También pueden tener políticas sobre quién puede compartir información de los empleados y quién en la empresa debe ser contactado sobre cualquier solicitud de ICE.
Incluso si alguien se considera lo suficientemente alto en una cadena de mando para divulgar información, dijo que es probable que se ponga en contacto con su empleador primero antes de hacerlo para asegurarse de que está actuando legalmente. Es posible que no puedan dar cierta información.
A menudo, dijo, los agentes de ICE preguntarán sobre los horarios de los trabajadores para intentar recoger a alguien fuera de un lugar de trabajo. Según lo que ha visto en el pasado, dijo, el ICE prefiere detener a las personas en la calle que en una casa o un negocio.
‘Tus amigos, tus vecinos, tu familia’
Gardner dijo que Holy Cross Ministries ha estado en Utah durante casi 30 años, inicialmente fundada por “un feroz y combativo grupo de monjas católicas por la justicia social” después de que vendieron los hospitales que solían administrar.
Queriendo invertir esos ingresos en una causa importante de Utah, dijo que una gira de escucha los ayudó a identificar una necesidad entre la población inmigrante del estado, en la que encontraron muchos sobrevivientes de violencia doméstica, trata de personas y agresión sexual.
Ahora, Gardner dijo que Holy Cross Ministries trabaja para humanizar a los inmigrantes.
El estado de Utah tiene alrededor de 299.800 residentes inmigrantes, según ha determinado el Consejo Estadounidense de Inmigración, según los datos de 2022. De ellos, 114.200 fueron considerados indocumentados.
“Estos son sus amigos, sus vecinos, su familia”, dijo. “¿Podemos volver a asumir simplemente las buenas intenciones y ser buenos seres humanos unos con otros?”
Traducción por Elias Cunningham.
