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Courtney Hanson-Miller, una asistente legal con sede en Pleasant Grove, tiene boletos para estar en el Lincoln Financial Field en Filadelfia un fin de semana el próximo mayo para ver al ícono del pop Taylor Swift actuar en su gira “Eras”.

Sin embargo, llegar a ese punto no fue fácil.

Hanson-Miller dijo que esperó en la sección de “cola” del sitio web de Ticketmaster durante cuatro o cinco horas, tratando de conseguir boletos a través de la compañía nacional de venta de boletos para un espectáculo, ya que la gira de Swift no está programada para llegar a Utah.

“Fue una carrera loca”, dijo. “Estaban desapareciendo ante mis ojos”.

Hanson-Miller no fue el único fanático de Taylor Swift que se sintió frustrado.

Unos 3,5 millones de personas se registraron en el programa Verified Fan de Ticketmaster, y 1,5 millones recibieron un código de acceso especial para comprar boletos para la gira norteamericana de 52 espectáculos de Swift, escribió la compañía en una publicación de blog que luego se eliminó, según The New York Times. Los otros 2 millones de fans verificados fueron puestos en lista de espera.

Se vendieron alrededor de 2 millones de boletos en un solo día, el 15 de noviembre, informó Ticketmaster. Los fanáticos notaron que se estaban revendiendo boletos para los espectáculos de Swift, en sitios como StubHub, con un valor de hasta $ 10,000 o más, informó el Times, a pesar de que el programa Verified Fan fue diseñado para obtener boletos para los fanáticos, en lugar de bots y revendedores.

El 17 de noviembre, Ticketmaster anunció que cancelaría la venta de entradas para la gira “Eras” al público en general; no estaba claro si quedaban entradas después de la preventa.

El caos en torno a la venta de entradas para la gira de Swift, que Swift, en un mensaje en sus redes sociales, comparó con “varios ataques de osos”, provocó indignación por el dominio de Ticketmaster en el mercado de entradas para conciertos, especialmente después de su fusión en 2010 con la empresa de promoción de conciertos Live Nation.

Posteriormente, el Times informó que la división antimonopolio del Departamento de Justicia de EE. UU. estaba investigando a Live Nation, sobre si su control de los lugares de música en todo el país constituye un monopolio. Los miembros del Congreso, incluida la demócrata de Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez, también han intervenido.

Otros han emprendido la lucha ellos mismos. Un grupo de 14 Swifties, como se llaman a sí mismos los fanáticos de Swift, formó un grupo de defensa, Vigilante Legal, con el objetivo de “asegurarse de que Ticketmaster/Live Nation esté haciendo lo correcto y que el gobierno esté haciendo su trabajo”.

El grupo presentó una queja ante la Comisión Federal de Comercio contra Ticketmaster, dijo Hannah White, directora de relaciones con los medios del grupo. También quieren responsabilizar al gobierno por permitir que la fusión de 2010 ocurriera en primer lugar.

Hanson-Miller es uno de los primeros 14 miembros de Vigilante Legal, que toma su nombre de la canción “Vigilante S---”, del nuevo álbum de Swift, “Midnights”. El lema promocional del grupo está tomado de una canción anterior de Swift: “Look What You Made Me Do”.

Hanson-Miller dijo que tuvo problemas similares cuando trató de comprar boletos para la gira 2022 de Harry Styles (que tampoco llegó a Utah).

“No está aislado de Taylor Swift. Es Harry Styles. Era Bruce Springsteen. Adele”, dijo Hanson-Miller. “Ha pasado demasiado tiempo sin control”.

Años de denuncias

Las quejas sobre el control de Ticketmaster en el mercado de entradas para conciertos no son nuevas.

En marzo, el comediante John Oliver profundizó en el precio de las entradas para eventos en vivo en su programa de HBO “Last Week Tonight”. La investigación de Oliver descubrió que “la gran mayoría de las entradas del público en general” se revenden en mercados secundarios como SeatGeek y Ticketmaster con grandes márgenes.

Famosamente, la banda de grunge de Seattle, Pearl Jam, intentó evitar Ticketmaster en la década de 1990, pero cedió después de que la plataforma de venta de entradas organizara un boicot, según The Los Angeles Times. Más recientemente, la leyenda del rock Bruce Springsteen y la banda de improvisación The String Cheese Incident se han enfrentado con Ticketmaster por sus políticas.

La semana pasada, el cantante de country Zach Bryan lanzó un nuevo álbum en vivo, titulado “All My Homies Hate Ticketmaster”. Bryan también publicó en sus redes sociales que planea “tocar un número limitado de espectáculos principales el próximo año en los que he hecho todo lo posible para que los precios sean lo más baratos posible y demostrarle a la gente que las entradas no tienen que costar $450 para ver un espectáculo bueno y honesto”.

En noviembre, una semana antes de la debacle de las entradas de Swift, Vivint Smart Home Arena y Utah Jazz anunciaron que romperían lazos con Ticketmaster, que se convirtió en el proveedor de entradas del equipo y del recinto en 2017. Jazz y The Viv anunciaron que SeatGeek se convertiría en su nuevo proveedor de boletos, a partir de la temporada 2023-2024.

La reputación de SeatGeek es la de un proveedor de mercado secundario, aunque la compañía se considera a sí misma como un proveedor principal de boletos. El dueño del equipo de Jazz, Ryan Smith, se convirtió en inversionista de la compañía en agosto, con una inversión de $238 millones, informó The Tribune. (Cuando se les contactó para hacer comentarios, los funcionarios de The Viv dijeron que no “querían participar” en este artículo).

El acuerdo de 2017 del Jazz con Ticketmaster se produjo casi al mismo tiempo que Live Nation adquirió la compañía de reserva de música de Utah United Concerts. La medida dio a Live Nation y Ticketmaster control sobre las reservas no sólo en The Viv (capacidad para 18 300), sino también en el anfiteatro al aire libre Usana en West Valley City (capacidad para 25 000) y The Depot en el centro de Salt Lake City (capacidad para alrededor de 2800).

Los dos estadios más grandes de Utah están en campus universitarios y se usan para partidos de fútbol con más frecuencia que para conciertos. El más grande es el Estadio LaVell Edwards en la Universidad Brigham Young, con una capacidad de alrededor de 63,000, y no alberga conciertos, excepto el gran espectáculo anual del Estadio de Fuego el fin de semana del 4 de julio. El estadio Rice-Eccles, en el campus de la Universidad de Utah, tiene capacidad para unas 51,000 personas, y el verano pasado fue sede de conciertos de la estrella del country Garth Brooks y la banda de rock Imagine Dragons.

Una conexión de Utah en el Congreso

Los habitantes de Utah tienen un interés personal en las investigaciones del Congreso sobre Ticketmaster, señaló Hanson-Miller.

El miembro republicano de mayor rango del Subcomité Judicial del Senado sobre Política de Competencia, Antimonopolio y Derechos del Consumidor, que anunció después del fiasco de la multa de Swift que investigará a Ticketmaster, es el senador de Utah Mike Lee.

“Como su elector, es mi deber asegurarme de que esté haciendo su trabajo”, dijo Hanson-Miller, quien dijo que solo se enteró del papel de Lee después de que se unió a Vigilante Legal.

“Depende del subcomité antimonopolio investigar esto y ver si deben mantener la fusión o si deben decir: ‘No, tenemos que dividirlos”, dijo. “Mike Lee es una de las personas a cargo de esto y debe rendir cuentas, junto con sus compañeros de trabajo”.

Lee y la presidenta del subcomité, la senadora Amy Klobuchar, D-Minnesota, emitieron una declaración conjunta en noviembre, anunciando una audiencia planificada para “examinar la falta de competencia en la industria de venta de boletos”. (Klobuchar también escribió una carta a Ticketmaster expresando su preocupación por la falta de competencia).

En la declaración, Lee dijo: “Espero ejercer la autoridad de supervisión de nuestro Subcomité para garantizar que las fusiones anticompetitivas y la conducta excluyente no estén paralizando una industria del entretenimiento que ya lucha por recuperarse de los bloqueos pandémicos”.

Aún no se ha anunciado la fecha de la audiencia ni los testigos. El senador Lee no mencionó la declaración en su sitio web oficial ni en su cuenta de Twitter.

Cómo los Utahns trataron con Ticketmaster

Algunos fanáticos de Utah tuvieron más suerte que otros cuando intentaron conseguir boletos para Swift.

“Supongo que mi experiencia no fue tan traicionera como la de otras personas”, dijo Julia Cudney, una de Utah que consiguió boletos para ver a Swift en el Allegiant Stadium de Las Vegas el 25 de marzo.

La parte más difícil, dijo, fue sentarse en la cola y seleccionar los boletos lo suficientemente rápido como para pagar antes de que fueran tomados. Ticketmaster, dijo, podría haberlo planeado mejor, al escalonar los horarios y las fechas de venta.

En general, dijo, el proceso fue estresante. “Fue mucho estrés para un concierto”, dijo. “Se supone que debe ser divertido”.

Missy Atencio, residente de Utah, quien dijo que ha ido a conciertos desde que tiene uso de razón, no consiguió boletos para Swift, después de pasar seis horas en la fila. Ella dijo que nunca antes había tenido problemas tan difíciles con Ticketmaster, especialmente con los espectáculos en los estadios.

Atencio dijo que vio a Bad Bunny en Las Vegas y que conseguir una entrada fue relativamente fácil. No tener muchos espectáculos en estadios en Utah, dijo, puede generar aún más dificultades para conseguir boletos en las ciudades cercanas. Atencio dijo que no tiene esperanzas cuando se trata de obtener boletos de Swift en el mercado de reventa.

Hanson-Miller dijo que Vigilante Legal no es solo un grupo de fanáticas descontentas. Ella cita la canción de la que el grupo recibe su nombre: “La dama simplemente tuvo suficiente”, y agrega: “Ticketmaster, ya hemos tenido suficiente”.

White agregó: “Ya no tenemos 16 años. Ahora somos profesionales con nuestras propias carreras. Ahora tenemos recursos que no teníamos cuando éramos más jóvenes”.

El objetivo del grupo, dijo White, es “educar al público y brindar recursos, pero también tenemos oportunidades para que el público se involucre. … La forma más importante en que pueden ayudar es respondiendo nuestra encuesta, es para cualquier persona que haya intentado comprar boletos para cualquier evento a través de Ticketmaster”.

La página de inicio del grupo para su centro de acción está llena de herramientas educativas para los fanáticos, con instrucciones sobre cómo comunicarse con el fiscal general del estado, cómo presentar su propia queja ante la FTC y verificar el estado del registro de votantes.

“Para muchos Swifties, la música ha sido una constante en su vida”, dijo White. “Estas comunidades en línea, fandoms, son organizadores naturales. Taylor es lo que todos tenemos en común, pero también sabemos que esto es mucho más grande que un evento”.

Traducción por Elias Cunningham.